viernes, 4 de mayo de 2007

¿Existirán de verdad?


¿Existirán de verdad las llamadas almas gemelas? Es una duda que me ha provocado hoy Pili. Y si verdaderamente existen, ¿encontrarás a la tuya? ¿Quién será? Esas dos últimas preguntas son bastante relativas. La gente anhela conocer a su alma gemela, y osaría a aventurar, que muchas veces tienen tantas ganas, que desean encontrarla cuanto antes, a pesar de saber que no es lo que también llamamos "media naranja".

¿Quién sería el lumbreras que inventaría esos dos términos para denominar lo que todos somos capaces de identificar pero no definir? Las almas gemelas (si es que existen, que lo intento creer, pero cada día más dudo de su existencia) para mí, serían personalidades complementarias. Para otros, sin embargo, serán personalidades opuestas (para así complementarse). Entonces, ¿estará bien dicho eso de almas gemelas?

La verdad, es que no me gustaría nada encontrar a alguien igual que yo. Creo que ni yo lo soportaría. Eso sí, las aficiones, gustos y anhelos han de ser los mismos... así pues, seríamos completamente iguales. Creo que encontrar a alguien igual que tú, ha de ser aburrido (sí Pili... estoy de acuerdo contigo).

¿Os imagináis que no sepas que hacer, le preguntes a la otra persona, y esta te diga lo mismo que tú? Lo siento, pero si es así, no quiero encontrar a mi alma gemela. No quiero tener un doble mío, que no me aporte nada... porque ese sería el caso, que una persona completamente igual que tú, no te aportaría nada.

Al interesarme un poco por el tema, el señor google (amigo de todos) me ha dado unas cuantas definiciones, que me han hecho pensar más... aquí dejo un par de ellas:

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El alma gemela es solamente esa persona que te corresponde con el amor sublime que se genera en la pareja, por lo que no puede ser tu mejor amiga o amigo.

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Las almas gemelas tienen los mismos intereses, su atracción no es sólo física o sexual y la ternura ocupa sus instantes y sus miradas.

Así pues... en qué quedamos? Los amigos quedan fuera... (aunque muchas veces, son ellos las primeras almas gemelas que encontramos) y los intereses han de ser los mismos... no?

Esto es un tema sin fin... se le podrían dar millones de vueltas a lo mismo, y quién diga que no se ha planteado alguna vez estas cuestiones, miente!

Todo el mundo, por muy desengañado que esté de la vida, ansía encontrar esa persona que lo complemente, que le aporte... en una palabra, que le haga feliz. Sí, creo que esa sería la definición de alma gemela... la persona que te haga feliz, por el simple hecho de que ella sea feliz... al fin y al cabo, la felicidad es lo que todo ser humano desea encontrar, pero que muy pocos son capaces de conseguir.

Hay personas que me hacen feliz... pero no siempre. ¿Existirá la persona que me haga feliz eternamente?

Yo lo dejo ahí...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

como siempre un relato sublime, de tu taya no cabe la menor duda...permíteme decirte que el google de almas gemelas ni puta idea...me quedo con l aidea final de ser felices mutuamente, y por dios nunca ser iguales (eso es monotonía extraaburrida)cada uno aporta su granito de arena para completar la dos almas gemelas, que son una en sí!!!a estas horas no me sale nada más interesante..gracias por tu comentario...allí te dejé alguna cosilla también

Anónimo dijo...

Me encanta cómo escribes, te lo he dicho ya ¿verdad? jeje

Pues yo no se si creo en todo esto... A ver, durante muchísimo tiempo creí firmemente en las almas gemelas, y esperaba encontrar la mia. Pero ahora mismo, a pesar de ver parejas que son almas gemelas, y creer en ellos, no creo que haya una para mí... o tal vez sea que simplemente me he cansado de buscar, o de creer, o de esperar. No se.

Besosssssss

Anónimo dijo...

Tú mísma lo has dicho: tú alma gemela es quien que te hace feliz por el simple hecho de ver a esa persona feliz, y por tanto, harás todo lo que esté en tu mano para que tu alma gemela sea feliz.

Es un concepto universal.

La gente, no debe preguntarse qué entiende por alma gemela, porque un alma gemela no es un "entiendes" es un "sientes". ¿De qué hablo? De sentir que la persona que tienes enfrente sin duda rompe las leyes de la física, y deja a Einstein como un mentiroso al afirmar que el espacio-tiempo es continuo, pues al mirarla, el tiempo se para y el espacio desaparece. De estar a su lado y SABER (sin dudas ni preguntas ni miedos) que podrías dar un salto y volar, que Dios existe, que podrías partir el cielo, curar el cancer, y que todo tiene sentido, como si en tu interior hubieras resuelto la ecuación que lo explica todo.

Si la has conocido y todavía está a tu lado, eres muy afortunado. Sabes que "tienes" el mayor de los tesoros. Y te volverás loco por conservarlo. Sabrás que todo lo demás está demás y que es lo único que importa. Lo guardarás con tu vida. Matarás, sacrificarás la vida de tu especie y de todas las especies si es necesario. Su sonrisa es tu religión, su felicidad la tuya y tu objetivo cada microsegundo. Si la has conocido, sabrás que eres su exclavo para siempre (y puede que para toda la eternidad, si es verdad que el alma es inmortal)

Pero corres un riego grabe. Existe el problema de que esa persona no sienta lo mismo por ti... ¿quién ha dicho que eso tiene que ser así?

No sienta lo mismo por ti, al menos, en esta vida, o que algún cabrón haya sido lo suficientemente cruel para jodernos de semejante forma durante la eternidad. Tal vez ya estémos metidos en el cielo y en el infierno y encontrar y ser correspondido por tu alma gemela equivalga a entrar en el paraiso, mientras que conocerla pero perderla sea el puto tormento.

Ojalá me equivoque y no sea para tanto, pero por si acaso, cuando me muera, pienso pedir la hoja de reclamaciones.

Creo que tengo derecho a quejarme porque te fueras, alma.

evyeme dijo...

Jo Mark... me has dejao impresionada... sólo eso.

Un besazo wapu!

Lady Batlleship dijo...

Mi yo romántico e idealista opina q’ existe ese alma gemela q’ nos complementa y q’ esta predestinada para nosotros desde el principio de los tiempos. Si si, muy romántico, pero también muy fatal si las cosas del mundo hacen q’ no te cruces con la única persona destinada a vos… Creo q’ este mundo no es tan fatalista, al menos en el sentido de encontrar a nuestra media naranja.
Mi yo realista también es romántico, pero esta mas x pensar q’ si existe alguien con quien compartir el resto de nuestras vidas, q’ nos complemente, pero q’ x supuesto no es cuestión de destino o pura magia. Creo q’ esa magia esta en tener la suerte de cruzarte con la persona indicada, y después el resto esta en el día a día, donde uno pone todo lo suyo para q’ funcione y el otro lo mismo. Y una vez q’ encontraste a esa persona especial, esa si es tu alma gemela, pero x una cuestión de q’ no queres cambiarla y queres pasar el resto de tus días con ella, no x una cuestión de destino. Quizás haya muchas personas con las q’ podríamos llamarnos alma gemela, lo importante creo q’ es coincidir con alguna, yo con una me conformo, j aja ja.
El destino es poético, pero me gusta pensar mas en la libertad de las personas, y en el arduo trabajo de elegir, conquistar, complementar, renunciar, ofrecer, compartir, negociar, amar… en fin, de vivir con quien uno llama su alma gemela. Q’ por cierto, sigo en su búsqueda, pero no me desanimo, ya la suerte va a llamar a mi puerta, y ahí les contare finalmente q’ encontré a mi alma gemela (x elección, ja ja ja)

Anónimo dijo...

En la mitología griega, eran tres los sexos: lo masculino era en un principio descendiente del sol; lo femenino, de la tierra; y lo que participaba de ambos, de la luna. Y precisamente, como la luna, eran circulares ellos mismos y su manera de avanzar.

Cuando Prometeo creó al hombre, confirió a cada ser a la vez los dos sexos. Los hombres eran pues, por su naturaleza andrógina, terribles por su fuerza y su vigor y tenían gran arrogancia, hasta el punto de que atentaron contra los dioses. Entonces Zeus y los demás dioses deliberaron y se encontraban ante un dilema, ya que ni podían matarlos ni hacer desaparecer su raza, fulminándolos con el rayo como a los gigantes - porque entonces desaparecerían los honores y sacrificios que los hombres les tributaban -, ni permitir que siguieran siendo altaneros.

Tras mucho pensarlo, al fin Zeus tuvo una idea y dijo: "Me parece que tengo una estratagema para que continúe habiendo hombres y dejen de ser insolentes, al hacerse más débiles. Ahora mismo, en efecto -continuó- voy a cortarlos en dos a cada uno, y así serán al mismo tiempo más débiles y más útiles para nosotros, al haber aumentado su número. Así pues, una vez que la naturaleza de este ser quedó cortada en dos, cada parte echaba de menos a su mitad, y se reunía con ella, se rodeaban con sus brazos, se abrazaban la una a la otra, anhelando ser una sola por naturaleza. Desde hace tanto tiempo, pues, el amor de unos a otros es innato en los hombres y aglutinador de la antigua naturaleza, y trata de hacer un solo individuo de dos. Así pues, cuando se tropiezan con aquella verdadera mitad de sí mismos, sienten un maravilloso impacto de amistad, de afinidad y de amor, de manera que no están dispuestos a separarse.