miércoles, 1 de diciembre de 2010

Elvis, Navidad, melancolía

Escucho a Elvis mientras recojo un poco la casa. Este tipo de música me pone de buen humor, y me hubiese encantado nacer varas decenas de años antes para vivirlo en pleno boom. Muevo mis pies al compás mientras tarareo sus melodías. Empieza diciembre, creo que con buen humor.

Ya tenemos el árbol puesto en casa (sí, la emoción de colocarlo nos pudo), ya he escrito los Christmas que tengo que mandar por correo, y vamos haciendo planes para estos días que preceden a Navidad. No hay puente, pero alguna escapadita de un día haremos por ahí. Tengo ganas de moverme, de no estancarme, de conocer, de ver, de disfrutar sitios diferentes y no muy lejanos. 

Voy mirando de ampliar mis conocimientos con alguna especie de curso. De momento, hay dos que me interesan bastante, y no he perdido la oportunidad de preinscribirme. A ver si todo sale bien y puedo empezar alguno pronto (cruzaré los dedos).

Empiezo diciembre positiva. Espero que no me pase como siempre, que a mitad de mes quiero que pase rápido, que pasen las navidades y que todo vuelva a la normalidad. Son las primeras navidades fuera de casa, y aunque el día de Navidad lo pasaré allí, pronto tendremos que volver a la realidad, a las obligaciones y a estar lejos de los míos. Aún así, nos hemos propuesto disfrutar los días tanto como podamos.

La Navidad siempre tiene el gusto agridulce.

No hay comentarios: