jueves, 27 de diciembre de 2007

Creación de deseos


Ya llegamos al final de un año más. Otro año pasado como un soplido. Cada año pasa más rápido el tiempo. Es cómo si no te diese tiempo a saborear lo que quieres hacer, lo que haces. Vivimos dentro de un reloj de arena, el cual desliza sus diminutos trozos de polvo entre el gran agujero central. Y lo peor de todo, es que no le podremos dar jamás la vuelta. Esos trozos de arena, entendidos como el tiempo que pasase se pierden, y no son recuperables.


Como todos, al empezar el año planteé unos objetivos a mi vida. ¿Cumplidos? Eso es otro tema... A decir verdad, creo que sólo recuerdo dos de los objetivos que me planteé... uno, como cada año, sigue sin acabar de materializarse. El otro, con sus más y sus menos, se cumple cada año.

¡Ya estamos en el 2008! Parece mentira... recuerdo cuando era niña, que jugábamos a los típicos juegos en los que ponías la edad en la que más o menos te gustaría tener la vida encaminada (entiéndase convivir con una pareja y tener hasta hijos)... Ilusa de mí, ponía a los 23!! Si hubiese podido tener visión de futuro, puede que hubiese puesto los 32 (aun así, no creo que a los 32 esté encaminada del todo).

Como cada año, la última noche, y durante las campanadas, pensaré en los nuevos deseos a alcanzar este año. Escritos en un papel y bajo el pie izquierdo, y más tarde quemados (creo que esta especie de ritual me lo inventé... pero a mí nadie me ha dicho que sea malo, así que sigo con él).

Deseos buenos para todos... ¿alcanzables? Sólo para unos pocos... un año más, lo intentaremos!



PD: Felicidades K_oss ;)

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