martes, 25 de septiembre de 2007

Rutina


Mis ojos se han abierto antes del alba, antes de que los primeros rayos de luz inundaran el cielo. De todos modos, el día encapotado no ha dejado que viéramos al sol en todo su explendor.

Día encapotado en el que una nueva huelga de cercanías me hace empezar irónicamente bien la jornada. Llego a clase a los albores de las 8, sin tiempo ni de un triste café de máquina sin cucharilla (las cucharillas de las máquinas son una especie en peligro de extinción). Tras una hora y media de insoportable charla sobre los nuevos criterios de evaluación continua en la universidad pública (mejor no reportaré la opinión que tengo de ese tema, porque ando un pelo crispada), llega la hora y media de café con un par de amigos con los que abordamos temas diversos como la organización administrativa universitaria, los trabajos por "enchufe" o las relaciones entabladas con personas del sexo opuesto.

Vuelta a clase, vuelta al sistema de evaluación... hasta que llegadas las 12:30 del mediodía. Toca cervecita de rigor mientras engullo bocadillo rápido, con la afable compañía de Clara, para seguidamente ir al trabajo viendo como empieza a lloviznar. Al llegar, visita obligada al servicio que me indica una vez más, "me gusta ser mujer" (y no morir en el intento).

Aun así, el día me revela pequeños placeres como el de poder oler desde mi lugar de trabajo, la lluvia sobre el suelo adoquinado. Me encanta ese olor... imagino que así huele la contaminación de Barcelona, calada hasta los huesos, pero poder oler esa fragancia mientras esperas que llegue la hora de volver a casa es cuantomenos (Carlos, va por ti) reconfortante.

Corte de luz, prisas, responsabilidades... en una palabra, agobios! Cada día me replanteo más seriamente cambiar de trabajo. Creo que lo necesito.

Pero el día sigue, y cosas tan idiotas como que la quiniela la tuviera que hacer hoy (rellenando partidos de la liga italiana), que me tocara sentarme en el tren al lado de un hombre que necesitaba una ducha urgentemente, que fuera a por unas recetas que no estaban preparadas o que hayan anulado algunas paradas de bus sin previo aviso, han acabado de fastidiarme.

No ha sido un buen día... simplemente, me aburre mi rutina.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

....esto....pues yo creo que hoy te saliste un poquito de la rutina jeje....y qué me dices de tu "manera poco rutinaria" de vivir el día a día? o por lo menos de exponerlo, que eso ya es sentirlo, en resumen, vivirlo..oish ya me lío.. MENCANTAS!!
Ah! firmo..mey.

Anónimo dijo...

Bien expuesto, si señora. Un tedioso y gris dia barcelonés.
disculpe pero es que me estoy asando de calor aqui en el sur
:)
novelera que eres una novelera.
Besitos,
Oskar

Anónimo dijo...

muaaaaks cuantomenos un besazo!!